Apostando por la rutina de una cama fría y donde mi cuerpo se acostumbra . De repente un mensaje texto dice : Tenemos frijolada donde la mamá. ( 8&$>÷ )
No corrí, tampoco me sorprendí. Pero si fue una razón para cambiar de hábito un día que se trata del descanso.
En la tienda más cercana compré algo después de ser asesorado por los organizadores del evento.
Incluso desperdicie una monedas en una maqui donde se juegan la suerte los desprevenidos de la realidad.
Mientras pasaba frente a la tienda un hombre en triciclo y vendía peto, pedaleando llevaba sus dedos a las fosas nasales y extraía algo .
Caminé a casa que a propósito estaba con candado por temor dicen los residentes.
Pregunte: ¿ Por temor a que o a quien ?
Al final entre palabras entrecortadas contestaron, que por el chino ese.
¡ A ya ! Respondí.
A un joven de unos veinticinco años que fuera absorbido por el infierno más grande que ser humano alguno pueda tener.
Las drogas, la calle y la soberbia de la existencia.
Total que ingresé, la jefa salía del baño mientras saludando a las dos mujeres que allí habitan, repose mi cuerpo en una cómoda silla y como la televisión no es mi pasión, tome nuevamente el verdugo de la humanidad actual.
Este aparato que posee todo lo necesario para esclavizar el cerebro.
Aunque mayormente lo use para cosas de trabajo, actividades de información y escribir en este blog.
No deja de ser un aparato que separa las relaciones interpersonales.
Veo con tristeza como reunidos en algún lugar , nuestra relación con el celular es más influyente que la misma interacción entre personas presentes.
El mundo a cambiado se dice. Pero en realidad siempre a sido así.
Recuerdo muy claramente como en mi niñez que no fue precisamente ayer, mis padres, tíos y todos los mayores de ese entonces , reprochaban nuestra cotidianidad.
Todo porque dedicábamos demasiado tiempo al juego, estar en la calle con nuestros amigos. ver la televisión, escuchar música y otras actividades de ese entonces que para los mayores, era una clara demostración de que los tiempos eran muy diferentes a los de ellos.
Ya que a ellos sus padres los trataban con más rudeza, les golpeaban y los obligaban a trabajar, antes que estudiar y divertirse.
En verdad que si que cambian los tiempos.
Antes el machismo era tradición,
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