domingo, 28 de septiembre de 2025

cantores de calles



En la esquina se detiene un alma, con su fiel guitarra y una voz que emana
melodias que se tejen entre el smog y el concreto.
Un grito que se alza, fuerte y discreto.

 Se deslizan canciones por oidos distraidos
Como ecos de historias, y sueños perdidos.
Un lamento antiguo florece en el asfalto
mientras la gente pasa, indifferente y alto.

   Sus dedos recorren el mástil con destreza
cada acorde es un paso, una lucha, una certeza. 
Sus rostro, un mapa de batalles no gabadas
iluminado por luces vetrina y miradas.

No pide aplausos, solo un instante de calma
respiros para el alma que se empalma
con la rutina diaria, el trajin sin tregua,
un canto solitario que la ciudad no niega.

El sol se va escondiendo tras las urbes de cemento 
su voz se aferra al ultimo aliento. 
Las sombras se alargan, creando la penumbra
su musica persiste, en la noche que alumbra. 

Tal vez nadie se detiene, tal vez pocas escuchan.
Pero el no desiste, el arte es su bandera, 
un trovador moderno en esta vida de cera.

Un poeta de la calle, con el corazón al descubierto
entregando su arte, su ser, su mundo incierto.

Y en cada nota que vibra, en cada verso que se espande
quedan las promesas de un mundo mas grande
donde la musica no tenga barreras ni fronteras, como la poesia.
y florezca la esperanza en las calles y las praderas.

He pensado

He pensado en la muerte, como ese amigo que vendrá a liberarme de tantos tormentos.
"No he podido hablar con el o ella, para suplicarle de ser posible, admita mi deseo egoísta de ser liberado primero que todos aquellos a quien tanto amo, y que se han aferrado a la vida, como la única oportunidad". 
Además, los extrañaría, y así, se intensificarán mis tormentos. 
— Edgar Plata —

mucho tiempo

Hace mucho tiempo 
no te había vuelto a ver.
Después de haber deambulado
llegar a casa de tu madre
Saber que estabas allí, y cuando
tus ojos se encontraron con los míos
Mi carne sintió un escalofrío que 
recorrió lo más profundo de mis 
entrañas.
Tu también sentiste igual y lo disimulaste como que yo.
Pero la energía de luz en tu ser y el mío, no podían callar