Ayer trajiste el cántaro cargado de bondad y razón.
Ayer hija mía , me afligi en tu sentir
y subiste un escalón en la dura escalera de acceso a la felicidad plena.
Ganaste una batalla más y conquistaste la cima de la esperanza.
Todo será mejor mañana, gracias a tus sensatos interrogantes.
Los seres de luz están a tu paso,
para acometer nuestras súplicas.
Te amo.
Edgar plata --