Me iría a las afueras de esta ciudad, en algún campo donde el agua sea proveedora de vida .
Mientras los hombres se esmeran por conquistar un no se que.
Pero mis hijos dirían que estoy loco y aunque verdadero sea, no es justo hacerles más daño del causado hasta hoy.
No gane batalla alguna, no conquiste la sima de las montañas, tampoco se nadar y mucho menos vivir tan solo.
Sesenta años que pasaron sin glorias y con más penas quizá.