Recuerda que la impotencia de no lograr cumplir con tus propósitos, no necesariamente son culpa de terceros.
Quizá ni tuya, porque de hecho intentaste realizar algo. Pero la vida te dijo... ¡ No !.
El autoenojo es algo muy natural y permite que expulses esas malas energías que conocemos como ira.
Y de hecho es necesario hacerlo.
Lo que no es correcto, es involucrar a otras personas, muchas ajenas e inocentes de tu situación.
No lleves la ira del trabajo a casa, las frustraciones emocionales de las mismas actividades cotidianas.
Existen métodos de despojar toda esa mala energía de ti, contigo mismo y sin agredirte.
Quiero exponer casos de mi cotidianidad como receta.
En la soledad de tu tiempo y ojalá donde nadie te vea. Grita, llora, maldice si deseas , repróchate, todo lo que puedas expresar antes de enfrentar a la sociedad ajena de tu mundo.
Lejos de tu familia, de tu amigo el perro , el gato o cualquier otro ser que pueda ser víctima de tu estado emocional.
Si vives solo , por muy solitaria que sea tu existencia, habrá alguien con quien puedes desahogar tu frustración, incluso debes hablar contigo mismo mirándote al espejo. De una manera sincera y mirándote a a los ojos.
Después de haber expulsado la ira de adentro de ti. Hallarás de repente el ser que en verdad eres y evitarás errores por lamentar.
Si vives con tu familia, es idéntica la forma. (Edgar plata)
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