El saber que se irán de esta tierra y serán tierra les aterra, porque están amparados en una fe muy tenue.
Porque no se atreven a escudriñar por el temor al que fueron conducidos desde niños.
Son prisioneros de un ego y un materialismo absurdo.
El apego no es lo mismo que el amor.
El amor es un sentimiento divino.
El apego es una verdadera estupidez.
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