Eran quizás otros tiempos y otra manera de demostrar el cariño decir te quiero no valía nada si no se lo demostraba y si se lo demostraba no era necesario decirlo, esa idea que poblaban la cabeza de esos padres en aquellos tiempos. Mi padre era alto y su manera de caminar ya asustaba, cuando entraba por el patio, no decía "HOLA" sino que empezaba a dar ordenes, que hace ese balde tirado? porque sacaron el hacha y lo dejaron tirado ahí? no barrieron el patio hoy? pero sereno, y que nadie le conteste porque ahí lo terminaba de conocer. Mi padre era fuerte, con una sola mano era capaz de calmar a algún potro nervioso ó terminar con un gaucho irrespetuoso, sus patrones al lado de el eran pequeñitos en tamaños y sin embargo más de una vez le hicieron agachar la cabeza porque él sí sabía respetar.
Que manera de demostrar amor . . . De chiquito nos dio a todos obligaciones y no eran castigos, era amor, a su manera nos enseñaba a trabajar, a ganarnos la vida, para que el día de mañana por lo menos consiguiéramos un trabajo. Nos obligaba a ir a la escuela y traer buenas notas porque a la escuela se iba a aprender y no a perder ni hacer perder tiempo a los maestros. Y mucho más.
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