Pero... Su mirada . Su mirada aún me conmueve, se me acaban de hidratar los ojos al recordar su triste y pérdida mirada.
Repentinamente solía llorar sin aparente motivo, me hacía sentir miserable, nada podia hacer por mitigar su extraño sufrimiento; si hablaba yo algo empeoraba la situación.
Así que seguía conduciendo con el alma desgarrada, deseaba detener el coche y abrazarla fuertemente. Alguna vez lo intente y fue terrible su respuesta.
Se desespero de tal manera que tuve miedo que llegara a perder la razón.
La dejaba en casa de sus viejos padres, bajaba y me agradecía de tal manera que casi ni su voz escuchaba.
Repentinamente me llamaba nuevamente para que la llevara a algún lugar, a veces se sentaba a mi lado y cuando viajaba con su pequeña hija, lo hacía atrás, yo era feliz solo de verla sonreír, su estado de ánimo cambiaba radicalmente de un momento a otro.
Cuando estaba a mi lado , mi alma sentía una necesidad imperiosa por apoderarse de su padecimiento. Pero yo no me atrevía a preguntar nada si la vehia relativamente tranquila y feliz.
Solo si me dirigía algún comentario, yo le respondía.
A veces me contaba cosas de su vida y entonces yo me permitía intentar ser su consejero.
A veces no lloraba, a veces reía por todo.
Un día cualquiera dijo :
" - vecino -
Ya no me busquen.
No me hablen de fe, ni de esperanza.
No me digan que todo pasará.
Porque hay cosas que no pasan. Solo te pudren por dentro en silencio.
Estoy cansada.
De fingir que estoy bien.
De sonreír cuando por dentro me desangro.
De rodearme de gente que dice quererme
pero no tiene idea del infierno que cargo en el pecho.
¿Saben lo que es vivir sin alma?
¿Sin ganas, sin luz, sin sentido?
Caminar con el cuerpo pero con el espíritu enterrado hace años.
Pedí ayuda. A mi forma.
Con gritos disfrazados de rabia,
con silencio lleno de ruido,
con miradas vacías suplicando:
haz algo... ¡No me dejen sola!
Pero nadie escuchó.
Me llamaron dramática... Loca. Insoportable.
Solo querían que volviera a ser funcional. No feliz. No libre. Solo útil.
Estoy harta.
De ser la fuerte.
De ser la que carga con todo.
De tragarme lágrimas para no incomodar.
No quiero seguir.
No porque no ame la vida…
sino porque ya no me queda nada de mí para vivirla.
No le digo esto para que me entienda, ni para que me salve.
Se le digo esto para dejar constancia:
que dolía.
Que dolía cada segundo.
Y que nadie lo notó.
Solo quiero silencio. Oscuridad.
Dormir sin culpa.
Ser olvidada.
Y si algún día te preguntas . ¿Por qué fue ? por el amor que nunca me dieron , por eso, me lo quité yo misma.
Nunca más la volví a ver.
Hoy en medio de mis insaciables encias por escribir la recordé.
Escribí esto.
--- Edgar Plata ---
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