Estuve tan fascinado de lo que hice, que quice volver a este infierno. Solo por leer lo que escribí, seguir escribiendo y vivir las mismas locuras.
Lo único, es que no recuerdo ni recordaré quien fuí.
Hoy soy un peatón, recolector y aficionado.
Pero me fue concedido el deseo que seguramente en algún tiempo pasado pedí.
— Edgar Plata —
No hay comentarios:
Publicar un comentario