La verdad poco o nunca veo la televisión.
Preparé un café y no sé qué hacer.
Un luve dolor de cabeza no me permite leer, escuchar y ver audio videos de literatura, ciencia o algo interesante.
Estoy acostado, con la nuca encorvada contra una esa pared que ya marca la huella de mi cabeza en la desvanecida pintura.
Tampoco deseo dormir o escuchar musica.
Me acostumbré al ruido del televisor, que en la sala es cómplice de los gustos de una persona.
Tampoco se que pensar, ni decir para mí mismo.
Solo ocupo mi tiempo escribiendo lo que ningún desocupado como yo haría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario