A veces esas frases provienen de la conclusión personal que deduzco al leer algo.
A veces de la nada, o de los bichitos.
A veces siento como esa angustia por escribir y no se me ocurre absolutamente nada; busco que leer, pero igualmente las cosas siguen igual, no hay nada por escribir.
Esto es extraño.
Alguien me preguntó, del como hacía para escribir tantas burradas.
Yo solo callé y lo comprendí.
Otros me llamaron poeta. Y cómo decia José y Eladio Carrión. (En casa no lo saben). Ni yo me lo quiero creer porque a lo mejor me vuelva engreído.
En el trabajo soy el mismo y en las calles, un peatón.
Así es esto de la escritura.
A veces el mismo escritor ni sabe...
¿del por qué o de dónde provienen esas cosas? Que a veces son hermosas, a veces tenebrosas y también a veces causan indignación en algunos que desprevenidos leen.
Nunca hay intención de agredir.
Solo que somos como el viento, espontáneo, agradable, fresco y a veces violento y dañino.
Ya ves ... No sé.
— Edgar Plata —
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