viernes, 31 de octubre de 2025

Pensar

— Muchos me han dicho. Deje de pensar tanto.
— Como si fuera tan simple dejar de hacerlo, es algo que no se puede controlar, además es como una necesidad.
— Puedes cambiar de lugar, de ambiente, beber algo, comer algo, escuchar a la distancia una canción de tu gusto, observar las maravillas de la creación, intentar ser un poco más distraído de la realidad.
— Pero... No es posible dejar de imaginar, recrear fantasías, añorar posibilidades de una vida más agradable para toda la humanidad.
— soñar y soñar. Crear, buscar soluciones, vivir mejor con uno mismo sin olvidar la necesidad y el dolor de tantos.
— Dejar de pensar, no es igual a dejar de lado lo innecesario.
— En estos casos, como el mío y el de tantos más, uno no gobierna totalmente la mente; ella es independiente y lo lleva a uno por sus propios caminos.
— Es ella la que ordena,  y organiza nuestros días y noches.
— Yo podría y quisiera decir: No pensare nada a partir de este momento, en realidad no es posible.
— Sabes cuándo logro dejar de pensar y pensar... Cuando le suplico que quiero dormir, y, ni aún así, a veces se compadece. Solo cuando ella está verdaderamente tan agotada, que mis ojos son como las cavernas. Entonces despierto después, para seguir pensando y pensando.
— Edgar Plata —


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